domingo, 21 de diciembre de 2014

Romeo y Julieta a la Moda

Noche mágica en Buenos Aires

Por: Emy Miranda

V
arios son los motivos para festejar en Capital Federal. Aprobar difíciles parciales en la Universidad de Buenos Aires, conseguir el empleo soñado y otra más linda y romántica, ir a cenar con tu pareja, conmemorando un nuevo aniversario.

De todas formas, si el fogoso y trágico amor griego de Romeo y Julieta, quedó grabado en el inmenso muro, al cual llamo Historia… ¿Por qué nosotros no podemos hacerlo con nuestros tres años de noviazgo y un centenar de cenas de por medio? Claro está que, nuestra versión, sería actual, sin rústicos balcones ni luz de velas pero sí, con una ciudad resplandeciente y outfits bellísimos.

Y como no podía ser de otra manera, y más aún tratándose de una cita tan importante donde vería a mi “chico de ojos café”, fui de compras para obtener unos lindos zapatos para estrenar y combinar con mi nueva cartera rosada (a esta altura, se habrán dado cuenta, mis queridos lectores, que el rosa es mi color favorito).

Una vez más, Ricky Sarkany fue mi salvación. Cuando se trata de diseño y calidad siempre puedo contar con esta etiqueta argentina de renombre y prestigio. En medio de una muchedumbre, compuesta por ciertas mujeres desesperadas en obtener los descuentos del día, yo me apresuré a concretar mi hermosa adquisición: “Dadu”. Unas botas de gamuza color rosa, con cierre y flecos laterales, que me calzaron genial… ¿A caso era una señal del destino que me indicaba el par correcto?

Diez minutos después, salí de la tien
da con mi gran bolsa de cartón y una tarjeta de crédito convaleciente.

Al anochecer, nos encontramos en nuestra mítica esquina mágica, ubicada en mi avenida preferida: cabildo y juramento. Nos dirigimos a “Pompeii”, un elegante restaurant, que cuenta con una carta de mesa, integrada por los platos deliciosos y sanos.

Foto: Botas Didu, Ricky Sarkany.
Mientras el “chico de ojos café” finalizaba su cena y ambos nos mirábamos a los ojos, sentí un vínculo intenso entre nosotros. Ya no se trataba de las conocidas mariposas en la panza. Éstas evolucionaron y se transformaron en algo más real pero también abstracto.

Tal vez Romeo y Julieta, quienes lograron un vínculo inigualable de amor producto de su valentía para oponerse a las clases opresoras que los distanciaban, no son tan distintos a nosotros, ya que nuestra relación también se enfrenta a diario a ciertos cánones (que en este siglo comenzaron a evolucionar de forma igualitaria) impuestos por una cultura manipulada, desde hace siglos, por retrógrados sectores elitistas.


No obstante, de algo tengo una plena confianza: nuestro amor no va a terminar en tragedia, como una novela griega. Por lo contrario, nos espera un futuro lleno de esperanza y cargado de mucha, pero mucha, ropa!

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cumpleaños 23

¡23 años y mucha ropa!

Por: Emy Miranda

M
e levanté temprano como todos los años. Puse mis temas favoritos de música, de artistas como Katy Perry, Avril Lavigne y Evanescence, mientras me arreglaba para salir con mi “chico de ojos café” a festejar mis veintitrés velitas, en un almuerzo romántico.

Foto: Con mi regalo de cumpleaños.
Ahora bien, considero que un punto crucial en el día especial de una persona, luego de vivir unos largos 365 días, donde realizamos un balance exhaustivo sobre nosotros mismos y nuestros proyectos personales, es muy importante obtener un objeto de deseo que demuestre que, pese a todo lo vivido, hemos triunfado en nuestro objetivo.

Y como no podía ser de otra forma, calmé mi gran debilidad comprando zapatos Ricky Sarkany. Después de todo, y como mi abuelo siempre dice, los gustos hay que dárselos en vida. Así, adquirí unas hermosas botitas de gamuza color rosa, con delicados flecos a los costados. ¡Una verdadera belleza!  

No obstante, lo mejor me esperó por la noche (¡no sean mal pensados, por favor!). Una cálida cena familiar, llena de amigos y organizada por mi hermoso galán.

Se trató del primer cumpleaños en el que celebré, por primera vez en mucho tiempo, acompañado por todos mis seres queridos: amigos, familiares y mi “chico de ojos café” (con quien pude soplar mis veintitrés velitas).

Debo confesar que en muchas ocasiones, el evento más importante de una persona no es aquel que cuenta con una recepción ostentosa y deliciosos cocteles en un lujoso hotel, sino una pequeña reunión íntima, compuesta por nuestros seres queridos más cercanos, la cual representa un símbolo de unión e igualdad familiar.

Luego de que los invitados se fueron, me dedique a la única manía obsesiva que tengo: ordenar mi armario y acomodar las nuevas prendas obsequiadas. Claro está que, mientras realizaba esta hermosa labor fashionista, observé mis diferentes outfits y reflexioné sobre mis cambios tan sorprendentes. Y no sólo en la manera de vestir, sino también en la de pensar.


Ahora, con veintitrés años y un hermoso “pedacito de cielo”, integrado por amigos como Sarkany, Prune, 47 Street, Tropea, Complot, Sweet, Muaa!, entre otros, me pregunto: ¿Qué cambios vendrán en el incierto futuro de Emy Miranda?” Tal vez, lo mejor está por venir…!

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Nueva línea de zapatos

Uomo consiente al público masculino

Por: Emy Miranda

E
n la ciudad de la moda existen ciertos sucesos que pueden generar fuertes sentimientos en la vida de un fashionista juvenil: uno de ellos son los descuentos sorpresas de mis cuatro tarjetas de crédito y otro, aún más relevante y romántica es observar la resplandeciente luz de una luna llena que se abre paso entre las estrellas y los edificios, con el objetivo de recordarte a esa persona que te eligió, contra viento y marea.

Foto: Dupla explosiva: zapatos y zapatillas de Uomo.
Si bien se dice que el momento más relevante de en una relación amorosa es el hecho de conocer el “habitad” natural de tu pareja -entiéndase como su casa, departamento, o lugar donde vive y pasa la mayor parte del tiempo-, considero que ir a comprar zapatos con el “chico de ojos café” fue uno de los sucesos que unificó nuestra relación. Por cierto ¿Mencioné que, en esta ocasión, era yo quien lo acompañaba a él en la búsqueda del calzado indicado? Parece que a veces, el gusto por “algo” puede contagiarse.

Ahora bien, mi “vaquero” no iba a desperdiciar  balas disparando al vacio ya que, como es debido, tenía todo calculado. De antemano, tenía definido a que tienda iría para adquirir su precioso tesoro: Nazaria. Sin embargo, y en discrepancia conmigo, él tiene un gusto más clásico y masculino. Entonces… ¿Por  qué eligió un local dedicado al calzado femenino?

La respuesta se encuentra en que la afamada boutique lanzó una nueva línea de zapatos masculinos, perteneciente al reconocido periodista Beto Casella, llamada “Uomo”. Por el momento, estos valiosos objetos de deseo, se pueden encontrar sólo en algunos locales, como el shopping Dot, Tortugas Mall, Alto Avellaneda, Abasto Shopping, entre otros. Nosotros, elegimos el primero. Y al llegar a las modernas instalaciones espejadas y luminosas encontramos lo que buscábamos.

Debo confesar que me sorprendió
que esos zapatos, dedicados exclusivamente al público masculino, fueran tan coloridos y finos. De cuero, gamuza, tela, el calzado de Uomo va dedicado a todo sujeto que busque un estilo extravagante pero varonil.

Y como no podía ser de otra forma, no pude contenerme a la tentación de comprar. Frente a un paraíso de mi “kriptonita”, la debilidad se hizo presente. Así que, mientras él se calzaba el par que decidió que lo representaba más, yo me amigaba con todas las vendedoras. Pero no adquirí los de la nueva etiqueta, sino los típicos, pero nuevos, de la franquicia.  


Al despedirnos del local, la conexión entre nosotros era aún más fuerte y radiante. Aceptamos nuestros gustos personales y dimos un paso hacia el mañana, por un camino llamado “felices por siempre”. 

lunes, 3 de noviembre de 2014

Iniciar el mes de la mejor manera

Iniciar el mes de la mejor manera

Por: Emy Miranda

A
l iniciar el mes, todos los porteños de Buenos Aires tenemos una rutina, casi religiosa, que debe cumplirse a raja tabla. Una serie de pasos, procedimientos o una metodología tan necesaria como los descuentos semanales para las tiendas de ropa.

Por ejemplo, mi  ritual mensual comienza de la siguiente manera: primero, imprimo todos los resúmenes de mis tarjetas de crédito y cumplo con mi deber de comprador fashionista. No importa con cuánto dinero tenga que abonar o si me quedo con poco efectivo hasta fin de mes ya que, si algo nos enseñó, el elocuente “documental” Loca por las Compras, nunca dejes de pagar tus deudas ya que puede propiciar una a debacle económico en tu vida, difícil de remontar.

Segundo paso, luego de recorrer mi avenida favorita, Cabildo y juramento, y observar las nuevas prendas que ofrecen las vidrieras de las tiendas, voy al puesto de revistas de la afamada esquina y compro mi Vogue mensual. Es decir, aquella fuente de alimentación artística y moderna que nutre a todas las personas que forjamos nuestro estilo, día tras día. De todas formas, se dice que en todo momento y lugar ¡Es importante estar informado!

Tercer paso, siempre que hayas dado lo mejor en tu ámbito laboral o universitario y pese al agotamiento físico y mental que esas actividades conllevan, es necesario no abandonarlas y premiarse con un “objeto de deseo”. Un jean, una camisa, un tapado, un bolso, o, los primeros en mi lista, un par de zapatos Ricky Sarkany. Considero que luego de treinta días de ardua labor resulta esencial incentivarnos con, al menos, un premio de moda y tendencia.

Foto: Con zapatos Ricky Sarkany, Aleppo.
Cuarto paso, se debe tomar un merecido descanso tras realizar semejantes actividades. Y si es temprano y hay que desayunar qué mejor hacerlo con tus amigas. ¿A caso no es importante efectuar esa “mini terapia” amistosa con un café de por medio? Ponerse al día sobre los momentos más importantes del mes pasado, o la evolución de nuestras relaciones amorosas, los estudios, el trabajo, la ropa y las salidas nocturnas por la ciudad.


Quinto paso, y tal vez el momento más importante de la jornada, programar un almuerzo o cena con tu pareja incondicional. Ese “amor” necesario, romántico e impredecible que siempre se encuentra para alegrarte cuando más lo necesitas. Si debo referirme a mi vida personal no puedo dejar de mencionar al “chico de ojos café”. El galán de mi cuento de hadas que inevitablemente insiste en pagar la cuenta, al finalizar el encuentro, demostrando que algunos gestos de caballerosidad nunca pasan de moda. 

lunes, 20 de octubre de 2014

Las musas inspiradoras de la niñez

Madres: las musas inspiradoras de la niñez

Por: Emy Miranda

É
rase una vez, un niño pequeño que admiraba ver a su madre arreglarse para una salida. Consistía en un ritual colorido donde su figura, de ama de casa y trabajadora de tiempo completo, cambiaba íntegramente para convertirse en una princesa de cuentos de hadas.

Observar con detenimiento y detalle todos sus accesorios que iban desde los pendientes o aros, los collares, las fragancias, la cartera o sobre a estrenar, la elección de zapatos y vestidos transformaban la “previa de una salida” en uno de los momentos más asombrosos y mágicos de mi infancia.  

Y resultó ser que, hablando con amigas y amigos homosexuales mientras disfrutábamos de un delicioso café, coincidimos en que la figura materna y la moda cobraron un protagonismo importante durante toda nuestra infancia. ¿Simple coincidencia? No lo creo.

Sin embargo, lejos de caer en mitos y generalizaciones erróneas (que nunca llegan a cumplirse debido a ciertos casos particulares) y en contraposición hacia el pensamiento ortodoxo de retrógrados conservadores que proponen la idea de “un Edipo cruzado”, donde adjudican la orientación sexual a cierto “trastorno mental”, considero que somos varios los chicos/as gays que tomamos como modelo a seguir a la persona con la que más nos sentimos identificados, por lo general, la del sexo contrario.

Se trate de una abuela coqueta, una tía amistosa o, por lo general, una madre inspiradora.  La mayoría de los chicos gays toman rasgos de sus progenitoras y le dan forma con su personalidad y con el correr del tiempo.

Lo cierto, es que a veces la tradición traspasa todo tipo de barreras, y es algo valioso que no sólo consiste en heredar una receta familiar, los tapados de piel de una bisabuela o una colección de discos de los años ´80. La identificación con la imagen femenina y el traspaso de sus valores, es uno de los obsequios más importantes que recibe una familia... o un chico homosexual.


Y mientras algunos tomaron diferentes aspectos físicos, gestos, ideologías, formas de actuar o caminar de sus “musas inspiradoras”, yo me dediqué a copiar su fuerza de voluntad para seguir adelante aún cuando el paisaje se torna tormentoso, a reír de manera disparatada en los momentos más difíciles y a elegir el outfit correcto cada vez que voy a salir con “mi chico de ojos café”. 

jueves, 2 de octubre de 2014

Un rayo de luz en la oscuridad

Un rayo de luz en la oscuridad

Por: Emy Miranda

C
on frecuencia, se dice que la primavera es la estación del amor. Florecen nuevas relaciones, se desarrollan todo tipo de citas románticas y ciertos sitios de la ciudad se convierten en el lugar ideal para iniciar un encuentro pasional entre dos personas, debido a la colorida vegetación que llega a su máximo esplendor, por el radiante sol y las optimas condiciones climáticas.

Sin embargo, existen días en los que puedo observar a algunos porteños de Buenos Aires que parecen estar afectados por un iracundo malestar anímico, producto de la regocijante atmósfera que los rodea ¿O será un desconocido tipo de alegría, consecuente del polen de ciertas flores, que sólo afecta a algunos personajes de la metrópoli?

Por ejemplo, la semana pasada, mientras viajaba en subte y evitaba golpear a los pasajeros con mis bolsas de Complot, observé a una chica leer un libro que llamó mi atención de inmediato, con tan sólo identificar su título: “De la depresión al suicidio melancólico”. Allí, rodeado de una muchedumbre de gente y el desagradable olor de la estación subterránea, comencé a pensar en eso pequeños  y extenuantes obstáculos que nos suceden en la vida cotidiana. En otras palabras, no puede evitar cuestionarme: ¿Qué le sucedió a esa joven y qué la llevó a interiorizarse con esos términos tan complicados? ¿Cuántos de nosotros/as fuimos afectados por un triángulo amoroso, un engaño, una mentira o una verdad demasiado dura e inesperada que nos ocasionó un desequilibrio emocional y nos conduzco hasta el mismísimo fondo de nuestra alma?

Foto: Remera: Complot - Zapatos: Sarkany.
Ahora bien, si algo nos enseñaron desde temprana edad, a través de los cuentos infantiles, es que existen esas “pequeñas hadas madrinas”, camufladas en nuestro círculo social, que aparecen cuando más las necesitamos y nos llenan de alegría. Mayoritariamente, son representadas por amigas, familiares, ex novios… ¿Por qué no? Todos ellos combinados con la dama sanadora y nodriza de almas: ¡la Moda!


Debo confesar que, en mi experiencia personal, luego de mi primer rompimiento con el joven al cual consideraba ser mi “príncipe azul”, uno de los momentos más placenteros fue ir de compras con mis amigas y olvidar toda la angustia vivida. A mi parecer, no existe un remedio más útil y positivo, que renovar el guardarropa y tomar un delicioso trago frutal, rodeado de cálidas personas. Una actividad relajante que se puede realizar en cualquier momento y estación del año. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

Primavera de color Nude

Todo lo que brilla… ¡es un tesoro!

Por: Emy Miranda

E
Foto: Con borcegos Aleppo, Sarkany.
llos son resplandecientes, hermosos y despampanantes. Pueden brillar por largas horas, como lo hace una joya en la profundidad del mar, mientras andan por la calle. No en vano, reciben elogios constantemente y son la envidia de muchas/os. ¿Les mencioné que hago alusión de mis zapatos nuevos…?

Resulta que, cuando una nueva temporada de indumentaria da inicio, mi piel se eriza y mi estomago comienza a sentir esas conocidas “mariposas” de felicidad, similares a las que tenemos cuando estamos a pocas horas de una cita amorosa. Nos ponemos inquietos y deseamos  que, la persona en cuestión, cumpla con nuestras expectativas. Por lo que también exijo lo mismo a mis diseñadores preferidos.

Emocionado por ver las vidrieras de las grandes etiquetas del shopping Unicenter (mi centro comercial preferido, ubicado en Martínez, Zona Norte de Buenos Aires) me dirigí a gran velocidad a las tiendas, con un outfit aún invernal debido al clima frío típico de los primeros días de septiembre, cuando la primavera crea suspenso y hace tardía su aparición.

Antes de recorrer cada centímetro cuadrado y todos los locales del lugar, me encontré con mi novio en la entrada del Starbucks de planta baja, (sitio donde nos esperamos cuando alguno de los dos se demora en nuestro encuentro romántico) para dirigirnos a mi “bien” necesario: Ricky Sarkany.

Foto: Imagen selfie.
Y en medio de una muchedumbre de mujeres desesperadas por descuentos en zapatos, distinguí un par que me fascinó. Tanto es así que, cuando los vi, supe que eran para mí. En otras palabras, ¡me identifiqué de inmediato! Parecían un faro de luz que iluminaba mi camino ante una espesa niebla.

De plataforma alta, fina y blanca, tan livianos que sorprende por su gran tamaño. Un borcego de gamuza color nude,  que junto con el rosa, son mis tonos preferidos. Tal vez, de alguna forma descabellada, Ricky Sarkany había diseñado ese calzado para mí. Ó por lo menos para todas las personas que aman esa tonalidad… ¡y no le temen a las alturas!

Luego de que mi “chico de ojos café” arreglara el asunto comercial, como todo un caballero, junto a su American Express, nos despedimos del gran diseñador con un gran paquete en mis manos y nos dirigimos a cenar para finalizar nuestra salida romántica. Tener ese momento de intimidad y de amor tan esperado como la primera cita.


Porque al fin de cuentas, las relaciones al igual que los zapatos deben ser resplandecientes, fuertes y reconfortables para vivir una vida plena y maravillosa.  


miércoles, 27 de agosto de 2014

Un estudiante sin igual

Un estudiante sin igual

Por: Emy Miranda

E
Foto: Luciendo borcegos Nazaria.
studiar una licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social, en una facultad tan prestigiosa como lo es la Universidad de Buenos Aires, a veces, te deja poco tiempo para esos quehaceres estéticos y matutinos tan necesarios como un relajante muscular, la noche previa a un desfile de moda.  Realizarse una limpieza de cutis, depilarnos la ceja, plancharnos el cabello y tenerlo de forma impecable, son algunas de estas labores a las que considero fundamental en mi vida.

¿Y por qué me tomo esa fashionista tarea? Porque no sólo es importante ocuparse de las labores propias de un universitario ordinario, tales como completar las actividades, finalizar trabajos prácticos y cumplir las extensas lecturas obligatorias para los temidos parciales, sino también ser consciente de lo que representa ser “un modelo de vida”. Es decir, no descuidar en ningún momento nuestra imagen corporal y anímica pese a las adversidades  de nuestra rutina.

Demás está expresar que no soy el típico aspirante a periodista que viste traje, camisa, pantalones holgados y zapatos aburridos que expresan la intensión de ser “una persona fondo”. Por el contrario, y al mejor estilo “Emy Miranda”, siempre llevo la Moda conmigo. No importa a donde vaya, en cada lugar, está conmigo. Y por dicho motivo, los pasillos de la facultad son los principales testigos de mi hermosa indumentaria.

Foto: Festejando el inicio de clases.
Ahora bien, luego de un inevitable receso invernal, la semana pasada, en medio de una cita con mi “chico de ojos café”, visité la tienda de Nazaria, ubicada a metros de mi esquina favorita, Cabildo y juramento, para iniciar mis clases de forma renovada. Allí me encontré con mi “bien necesario”: ¡borcegos de altas plataformas! Parecía que todos esos bellísimos zapatos competían para que yo los llevara a casa.
No obstante, pensando en el bienestar de mis tarjetas de crédito, que se encontraban bastante saturadas, sólo compre un espléndido par de color bordó y plataforma negra,  con el logo de la etiqueta grabado en ella. ¡El souvenir perfecto que me recordará la campaña otoño-invierno 2014 de Nazaria por el resto de mi vida!


Lo cierto, es que con mi flamante adquisición combiné el outfit perfecto para comenzar el nuevo cuatrimestre universitario de la mejor manera posible y  continuar la carrera hacia un futuro lleno de amor, moda y nuevas aspiraciones profesionales.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Monster High

Animación que impone estilo

Por: Emy Miranda

S
er maestro de apoyo escolar para niños de primaria, al igual que cocinar, no es una de mis labores preferidas. No obstante, la semana pasada, no pude negarme a tal situación. Mientras visitaba el hogar de mi “chico de ojos café”, noté un pequeño cuaderno escolar, de color rosa, con una fotocopia que contenía largos ejercicios de lengua y literatura, de tercer grado.

Foto: Inspirado para escribir.
Evidentemente, ese anotador infantil con hojas lisas y escritos a lápiz no pertenecía a mi novio universitario… ¿O a caso había iniciado su plan de adopción sin mí y ya criaba a una niña a mis espaldas?
Sin embargo, tan pronto terminé de leer las actividades del cuaderno, mi pequeña cuñada, de tan sólo ocho años, se paró frente a mí y me pidió ayuda para finalizar esas típicas actividades escolares, de receso invernal, que un niño desea finalizar un día antes al inicio de clases.

Sin más preámbulos pusimos manos a la obra. Relaje mi cuerpo y estiré mis piernas para apoyar mis zapatos de plataformas en una silla. De a poco y sin darme cuenta, me encontraba dictando una clase de escritura y redacción. Quizá, en el fondo, tengo un profesor fashionista interno. De todas formas: ¿No es el deber de un escritor ayudar a otro cuando se lo necesita?

Y mientras yo le transmitía mis conocimientos de lengua y de redacción, mi pequeña alumna me daba cátedra de moda de la mano de las “Monster High”. ¡Un descubrimiento maravilloso que no pude ignorar y del que me enamoré perdidamente! Se trata de una serie de películas animadas, protagonizadas por las nuevas Barbies modernas que imponen su estilo en una secundaria para criaturas sobrenaturales con alto sentido fashionista.
Foto: Las glamorosas Monster High.

Muy lejos quedó el estereotipo de la mujer rubia y cutis perfecto. En “Monster High” las bellas heroínas, si bien poseen una silueta esbelta y agradable, poseen características propias de monstruos. Así podemos encontrar a “Draculaura”, vampira simpática de pelo negro y fucsia… ¡Mi favorita! Como también a la sexy mujer lobo, Clawdeen Wolf, y a la simpática Frankie.

Ahora bien, y quizá lo más importante, es que todas ellas tienen un amor en común por la moda. Es inevitable no sentir admiración al ver esas enormes cantidades de indumentaria y hermosos accesorios que van cambiando por cada escena. Vestidos, zapatos, carteras, sombreros, collares, pendientes, y todo aquello que deseamos ver en la pantalla de un televisor y que se encuentra relacionado con tendencia y estilo, está en esta fabulosa serie.


Luego de dos horas y media de mucho trabajo, la clase finalizó. Y para festejar la tarea cumplida, mi dulce amiguita y yo nos entretuvimos con tres películas y un desfile de moda animado.

lunes, 4 de agosto de 2014

Una visita a Prüne

Una visita a Prüne

Por: Emy Miranda

V
ivir en capital federal, ciudad latinoamericana de la Moda según mi criterio, te inspira a dar un gran esfuerzo para reinventar tu estilo y estar a la moda de forma continua. Al igual que muchos gays portenos, yo trato de seguir las premisas fundamentales de un estilo ecléctico y andrógino, con los pros y contras que esto conlleva.

Foto: Luciendo zapatos de Nazaria.
Resulta que vestir bien y ser fiel a los gustos personales no es una tarea fácil. Se requiere de mucho coraje y una fuerte convicción. Antes de ir al armario para elegir el outfit correcto de cada día, es necesario responder: ¿Sabemos quiénes somos?, ¿Tenemos la seguridad necesaria en mostros mismos para lucir una prenda de forma correcta?  

En una ciudad donde la mayoría de las personas se preocupa más en resaltar los supuestos “defectos” de las personas y donde, en reiteradas ocasiones y con el objetivo de pertenecer a determinado grupo social, se finge una personalidad y estilo para crear empatía con un individuo determinado, resulta indispensable tomar distancia y reflexionar: ¿Es importante la opinión y crítica de los demás? No, en absoluto. A veces, es importante, romper los cánones establecidos en una sociedad que lucha contra el estereotipo para sentirnos bien con nosotros mismos y ser felices.

Sin más preámbulos, el martes pasado y en un día congelado de invierno, decidí salir de compras y ser yo mismo unas ves más. Sin prejuicios, sin reprimir mis gustos, sin pensar en otra cosa más que en mi bienestar anímico y fashiosinta.

En un intento por imponer mi estilo y antes de reunirme a cenar con mi fiel amante, quien me sostiene la mano y protege hace varios años, visité la lujosa tienda de Prüne, ubicada en la planta baja del shopping Unicenter, una etiqueta de prestigio y calidad que si bien se destaca por sus hermosos zapatos y carteras, cuenta también con accesorios muy chic.

Allí divisé una inmensa cantidad de tapados, compuestos por diferentes texturas, pieles y colores. ¡Todos asombrosos! En cuestión de instantes, encontré un abrigo de suave piel sintética, color beige, que logró cautivarme con tan sólo verlo colgado en su humilde percha negra.


           Con la amistosa atención y asesoramiento de una simpática vendedora concreté mi compra y salí de la tienda con una gigantesca bolsa y una prenda de  Prüne que se sumó a mi closet: el paraíso de la extravagancia y originalidad. 


jueves, 10 de julio de 2014

Ricky Sarkany

Mi segundo gran amor

                                                                   Por: Emy Miranda

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Foto: Frente al local Sarkany-Unicenter.
icen que la mayoría de los porteños de Buenos Aires tienen un amor platónico. Esa inalcanzable alma gemela que nos llena con tan sólo saber que existen y que, si nos esforzamos lo suficiente, podemos tener contacto con ella para satisfacernos cuando lo necesitemos. Así, mientras algunos respetan la monogamia como un fiel acto de reciprocidad amorosa y compromiso con su pareja, otros deciden romper las reglas e incluir a ese amor ideal.

Lo cierto es que, en el campo de las relaciones, nadie puede asegurar que es lo correcto y que no. No obstante, mi “chico de ojos café” sabe perfectamente sobre la existencia mi segundo gran amor: Ricky Sarkany. Un maravilloso diseñador y empresario argentino, autor de hermosos zapatos, botineras y borcegos, que dejan boquiabierto a cualquier amante de la moda. Y yo me considero una víctima más que se rinde ante ese espléndido paraíso de plataformas creativas. ¿Acaso existirá alguien que pueda resistirse a esa glamorosa tentación?  

Foto: Luciendo borcegos Athens.
Como no podía ser de otra forma, este gran líder fashionista me contacto la semana pasada, mediante un fogoso e-mail, para avisarme que su tienda tenía descuentos importantes con tarjetas American Express. ¡Una señal del destino que no podía ignorar!  

Acudí a su cita pero no fui solo. El “chico de ojos café”, mi fiel novio y guardaespaldas, se aseguró que llegara a salvo al encuentro y me espero lo suficiente hasta elegir, entre un centenar de hermosos calzados, el par correcto. Al mejor estilo Cenicienta, y como si fuera mi “zapatito de cristal”, el borcego Athens, de la temporada otoño-invierno 2014, me calzó de forma perfecta –y me dio una gran altura-. Con una fuerte y oscura plataforma, un cinturón de tachas plateadas en sus costados y una suave gamuza, estos zapatos se convirtieron en mis favoritos.


Luego de pasar media tarde con mi alma gemela del calzado, decidí emprender una cita romántica con mi alma amorosa, de carne y hueso, porque, si bien es necesario darnos esos gustos individuales y tan necesarios, también es imprescindible dedicarle tiempo a la persona que nos brinda confort, seguridad y amor. De todas formas, mis Sarkany´s siempre lucen mejor cuando paseo junto a él.  

viernes, 20 de junio de 2014

Amor y Moda: ¿A la distancia?

Amor y moda: ¿A la distancia?

Por: Emy Miranda

E
l amor, al igual que la moda, puede llevarnos a los rincones más insólitos y artísticos de Buenos Aires, como también a los límites de otro país. Resulta que el encuentro visual entre dos personas puede ocasionar ese mágico “flechazo” que, del mismo modo que observamos la indumentaria de una vidriera, nos enamora perdidamente. Y un fiel ejemplo de esta situación es mi amiga Rocío, una joven que no sólo impone su estilo en la ciudad donde vive sino que desea ir más allá de cualquier frontera, precisamente a Brasil.

Foto: Chaleco de jean y pantalón Americanino.
Su encuentro con el mágico “garoto” se dio a través de internet, como le suele pasar a varias personas del siglo XXI que hacen el primer contacto mediante una red social, y de inmediato sintieron esa cálida “química” entre ellos. Luego de tres meses de largas conversaciones, halagos y varias traducciones en google, ambos comenzaron a sentir una atracción mutua. Él, fiel al típico estilo brasilero, posee un cuerpo trabajado, una sonrisa radiante, algunas fragancias de Paco Rabanne, y varios outfits despojados de camisas. Ella, tiene la compradora e irresistible simpatía de una porteña de tendencia. Juntos, harían la pareja soñada. No obstante, a la hora de iniciar una relación ciertas e incómodas preguntas surgen.

 ¿Puede funcionar una relación que desarrolla a varios kilómetros de distancia? ¿O a caso tener un noviazgo en la misma ciudad sólo asegura la fidelidad mutua de sus integrantes? Cuando se trata de elegir al indicado es lógico que estas interrogantes surjan y nos quiten el sueño. No obstante, es necesario abrirse paso en ese largo camino, compuesto por temores e inseguridades, y dar un paso a adelante.

Mi caso es distinto al de mi amiga. Debido a que mi encuentro con el “chico de ojos café” fue en pleno corazón de capital Federal era casi evidente que nuestra relación no enfrentaría problemas geográficos. Sin embargo, si nuestros hogares se encontrarían separados por un centenar de millas ¿Nuestra relación se desarrollaría del mismo modo que en la actualidad?, ¿La distancia nos habría separado?  O, por el contrario: ¿Estar separados nos fortalecería aún más?

Quizá responder estas preguntas sea en vano ya que las conclusiones sería meras hipótesis que no podría verificar. Ahora bien, de algo estoy seguro; el amor pese a las dificultades, distancias y obstáculos que puedan presentarse a lo largo de una relación, siempre triunfa por sobre todas las cosas si éste es verdadero y sincero. Y es por ese motivo es que vale la pena intentarlo.

Mientras pensamos que día vamos a ir de shopping para adquirir hermosos zapatos y elegante indumentaria, mi amiga Rocío pone fecha para conocer al príncipe brasileño que viajará pronto a conocerla y pondría fin a su larga soltería producto de malas relaciones.


Y así, una vez más, la maravillosa atmósfera de amor, que envuelve a la mítica ciudad de Buenos Aires, capital latinoamericana de la moda, suma una persona más que apuesta al romanticismo sin temor a equivocarse. 

viernes, 13 de junio de 2014

Buscando el outfit correcto

Cumpleaños de tendencia

Por: Emy Miranda

H
ay ocasiones donde vestirse bien es fundamental. Una de ellas consiste en el cumpleaños de tu novio. Aquel cálido evento formal, donde su familia te da la aprobación, convirtiéndote en un miembro más, o por el contrario, te rechaza con una mirada fructífera.

Foto: Con tapado Nevada, Complot.
Luego de dos aniversarios y varios percances, la semana pasada, uno de los días más importantes en nuestra relación amorosa llegó: mi “chico de ojos café” me presentaría a su honorable “clan” en su cumpleaños número 21.  

Esta situación tan especial me presentaba un gran desafío. No sólo tenía que pensar en el obsequio perfecto para mi pareja sino también en el outfit correcto que llevaría a su fiesta con el objetivo de deslumbrar y ser visto de forma agradable.

No obstante, mientras realizaba una hoja de ruta mental, en la que se dibujaban las posibles tiendas de ropa a las que debía acudir para lograr un look formal, me pregunté: ¿Por qué debería modificar mi estilo, al que siempre fui fiel, sólo para esta ocasión?, ¿Hasta qué punto debemos simular ser alguien que no somos para encajar en un espacio determinado? De todas formas, no se trataba de una entrevista laboral sino de una esperada celebración familiar.

A mi parecer, considero que lo fundamental es ser leal a los criterios y gustos personales de uno mismo. Por dicho motivo, revisé mi armario, que estaba abarrotado de nuevas prendas y relucientes zapatos, de principio a fin. Lamentablemente, no encontraba el outfit ideal, nada me convencía. Una vez más, me encontraba en medio de ese frecuente dilema de tener un clóset lleno y no saber que ponerme. ¡El destino me ponía a prueba una vez más!

Ahora bien, respiré hondo, dejé atrás el masivo desorden de mi habitación, tomé mi sobre de Tropea  -donde puse mis tarjetas de crédito- y un tapado, para protegerme del frío de la ciudad, y me dirigí al shopping Unicenter: el santuario de la moda.

Cuando llegué, no sé si fue la masiva aglomeración de gente –era un típico sábado comercial-, o tal vez la desesperación del momento, pero no lograba encontrar nada acorde a mi estilo.

Sin embargo, cuando recobré la cordura, supe que tienda no me fallaría: Complot. Ahí, en ese local con aroma a vainilla e indumentaria de ensueño, hallé a “Fred”. De color rosa, con una deliciosa fragancia floral y un fino hilado combinado con suaves pelos, que me enamoró a primera vista. Este sweater, perteneciente a la reciente campaña otoño-invierno, de la rockera etiqueta se convirtió en la pieza fundamental de mi “rompecabezas” y puso fin a mi búsqueda.

Cabe destacar que tampoco pude resistirme al “collar Afrika”, de color plateado y diseño triangular, al que adquirí para combinar mi flamante prenda.


 Me despedí de la tienda con una gran bolsa de cartón llena de indumentaria, algunas tarjetas de crédito sobrecargadas, y el ferviente anhelo de sorprender a la familia de “mi chico de ojos café” con mi fantástico estilo personal, al cual nunca abandonaré.

martes, 3 de junio de 2014

Momento de sweaters

¡A conquistar el otoño!

Por: Emy Miranda

E
l otoño es una de mis estaciones favoritas. En ella surgen los románticos amores que marcan la vida de una persona, mientras que el follaje y la ciudad se fusionan para crear un hermoso paisaje digno de una postal. Y como si fuera poco –tal vez el motivo principal de mi predilección-, esta época del año da inicio a la hermosa indumentaria invernal. No obstante, debido al clima frío y al cielo nublado de Buenos Aires, los porteños buscan calentarse de diferentes maneras.


Foto: Compras en Falabella.
Algunos se pegan a la calefacción que brinda un hogar, otros disfrutan del ferviente calor corporal que aporta el abrazo de un novio, y otros eligen ir de compras para adquirir nuevos y hermosos
sweaters. Por mi parte, convino las tres opciones para mantener mi temperatura corporal a flor de piel durante toda la temporada.

Por este motivo, y con guantes de cuero negro en mis manos, una pañoleta y un abrigado tapado de piel sintética, fui de compras con el objetivo de renovar el “cajón de los sweater”. Ese rincón del armario donde guardamos pullovers y accesorios netamente invernales.

Al llegar a Falabella, destino elegido por la diversidad de etiquetas e indumentaria, me sorprendieron diferentes texturas, colores y diseños que me impulsaron a  llevarme todo lo que encontré a mi paso. Alguno de los sweaters que hallé fueron: el “Tiger”, un abrigo de Basement, en hilado y pelos que, fiel a su nombre, simula la piel y textura de ese respetado animal. Ideal para lucir radiante, estrenar en una cita romántica y sorprender a tu pareja. También hallé un hermoso pullover con estilo geométrico, blanco y negro, que no dudé en probármelo, frente a un inmenso espejo, para luego convertirlo en una pieza más de mi armario.

Foto: Abrigo de Sharden, Falabella.
Ahora bien, algunos se preguntaran: “¿Por qué la importancia por la ropa?”. La indumentaria es bien conocida como nuestra segunda piel. Y al igual que nuestro tejido biológico es muy importante cuidar nuestra imagen externa. Ser fiel a nuestro estilo y combinar diferentes accesorios para lograr que nuestra “segunda piel” sea sorprendente.

Algunos lo logran, otros aún están buscando su identidad y las prendas que les sientan mejor, mientras que otros sólo siguen la tendencia de las vidrieras, al mejor estilo copista, siendo una mera imitación de los maniquís y perdiendo la oportunidad de formar su personalidad fashionista.


Lo cierto, es que fueron varias las prendas que me conquistaron y extenso el tiempo que me tomé para elegir aquellas que si merecían un lugar en mi clóset y así también, no sobrecargar mis tarjetas de crédito. Sin embargo, fue una jornada satisfactoria ya que obtuve las herramientas necesarias para enfrentar el otoño con fantásticos otufits, sin descartar otro de los métodos más efectivos para combatir el frío: el cálido e infaltable abrazo de mi “chico de ojos café”.

lunes, 26 de mayo de 2014

Amor y Moda: siempre juntos

El valor de un zapato

Por: Emy Miranda

C
uando me junto con mis dos mejores mis amigas, ambas inteligentes, bellas y valientes, resulta inevitable tocar dos temas de gran importancia para nuestras vidas cotidianas: moda y chicos. La primera instancia consiste en lucir esas flamantes prendas y accesorios que adquirimos en las compras de la última semana y generar esa envidia sana que da lugar a la clásica pregunta: “¿Donde lo compraste?”.

Foto: Luciendo zapatos Sarkany: Odessa.
Ahora bien, el segundo punto clave, y no menos importante, es el amor entorno a nuestras relaciones.  Debido a un centenar de citas fallidas, mis viejas compañeras de cocteles aún siguen solteras. Y si bien no tienen apuro, las dos coincidieron que intentaron formar un vínculo especial con jóvenes que no tenían las mismas intenciones.

Entonces, un porteño que cuenta con varias espinas en su corazón se pregunta: ¿Existe un modo para saber qué persona es la indicada para cada uno de nosotros?

Si bien encontré a “mi chico de ojos café” (¿o, acaso, él me encontró a mí?) hace casi tres años, debo confesar que atravesé insípidos fracasos amorosos. En este sentido, establecer una relación sentimental, evidentemente, es mucho más complicado que elegir un par de zapatos en Ricky Sarkany. Mientras que en la afamada tienda de botas tenemos una “guía espiritual” de calzados, mejor conocida como vendedora, en la vida real nos enfrentamos a un mar de gente, compuesto por chicos y chicas, que poseen diversas intencionalidades para con nosotros/as. Sin ayuda alguna y completamente solos…

Luego de recolectar datos de mis súper amigas, en una tarde de shopping, extraje ciertas hipótesis con las que varias/os se identificarán. Por ejemplo, en las citas algunos buscan forzosamente “el amor para toda la vida”. El clásico joven, lindo, atento y detallista, con la vida resuelta e idealizada y un futuro tan programado que asusta. Situación que me hace reflexionar: ¿Cuándo nos convertimos en robots? Y como si fuera poco, en una semana te dice “te amo” y te presenta con sus padres.

También podemos encontramos con “el chico rebelde” -alias mi “ex”-. En principio te cautiva, como lo hace cualquier tapado de Complot desde su vidriera, con rasgos espectaculares, llamativos y fervientes, que te brindan una sensación de seguridad y confianza. No obstante, al igual que un zapato de plataforma, si no podes manejarlos te recomiendo no probártelos; es probable que te tropieces varias veces con él. Y en cuestión de semanas -o meses- notarás que ese muchacho de coraza robusta, no puede enfrentar ni sus propios miedos. ¡Es mejor alejarse y valerse por sí mismos!

Y así, la lista es interminable y podría escribir varias líneas más sobre algunos estereotipos. No obstante, me interesa destacar que, en relación al amor y a nuestra vida cotidiana, lo único que recomiendo, y sé que da excelentes resultados, es cerrar los ojos y guiarse por lo que dicta el corazón. A veces, no se trata sólo de pensar sino sentir.


Para sorpresa de varios lectores, confieso que aún no sé si el “chico de ojos café´” es el indicado para mí pero de algo estoy seguro: que vamos a ser felices por largo tiempo. Y lo sé porque todavía me quedan muchos pares Sarkanys para estrenar a su lado, mientras caminamos juntos a la par. 

sábado, 17 de mayo de 2014

Otoño de tapados

Un Complot a favor del Rock

Por: Emy Miranda

E
n una mañana fría, gris y nostálgica de otoño, en la ciudad de Buenos Aires, tomé mi taza de café y al mirar por la ventana divisé a un grupo de jóvenes que se divertían con sus skates y reboleaban, a modo de bandera, la campera de su uniforme escolar. De forma inmediata, me sentí identificado con ese acto de obstinación.

Foto: Contento con mi bolsa de Complot.
Son esas marcas de rebeldía las que formaron mi personalidad y me inspiraron a seguir evolucionando, por fuera y por dentro. De esta manera, puede encontrar mi inspiración, es decir, el camino hacia la moda y definir mi estilo, algo andrógino y ecléctico, al fusionar distintos accesorios, zapatos y prendas de ropas de diferentes etiquetas y diseñadores -algunos reconocidos, otros no tanto-.

Y es que en la adolescencia comenzamos a definir nuestra personalidad mediante las vivencias cotidianas. Los primeros amores, las nuevas experiencias, la libertad de hacer lo que deseamos sin responsabilidad alguna. Esa época donde lo único que nos importa es nuestro romance de secundaria y acudir a divertidas fiestas. Actuando sin remordimiento alguno.

No obstante, en algún momento de nuestras vidas y en  un abrir y cerrar de ojos, nos miramos al espejo y observamos a una persona adulta, con cuatro tarjetas de crédito, un empleo de medio tiempo y muchas responsabilidades que, en varias ocasiones, nos superan y dejan sin aliento. En ese momento es normal preguntarse: “¿Cuándo dejamos de ser ese risueño adolescente y nos convertimos en un adulto responsable?”, “¿Acaso no era más fácil cuando nuestro mundo giraba en torno a un inocente amor de secundaria y salidas de compras con amigas?”

Conmovido al mirar viejas fotos digitales, donde me espanté por las pésimas elecciones de indumentaria y cortes de cabello,  decidí que era tiempo de revivir esas épocas en mi actual realidad.
En ese instante, tomé mi celular y marqué el número de mi flamante amor: mi incondicional “chico de ojos café”.  Acordamos una cita y fuimos de compras, luego de almorzar, a una de las tiendas más joviales y rockeras: Complot. Repleta de hermosas prendas con diseños de ensueño, con estilo y una impronta que la distingue entre tantas, esta etiqueta, sin temor a equivocarme, es una de mis favoritas.

Posee accesorios, jeans, sweaters, tapados, y hasta borcegos que te enamoran y seducen desde la vidriera, incitándote a probarte todo lo que existe en la tienda y, consecuentemente, volver locas a las pacientes vendedoras.

En un abrir  cerrar de ojos, tenía 17 años nuevamente. Rodeado de un amor incondicional y de una de mis tiendas predilectas.

Luego de revisar incontables perchas y una infinidad de prendas, encontré un hermoso abrigo con el que me identifiqué de inmediato: el “tapado nevada”. Compuesto por una delicada piel sintética color beige y un delicioso aroma que me cautivó de inmediato… ¡y con un 15% de descuento!


Me despedí de la adorable tienda, con una enorme bolsa que trasportaba a mi reluciente abrigo peludo y con una idea fija en la mente: tal vez, ser adolescente no se relaciona con cierta edad, quizá todo sea una cuestión de actitud, un impulso interno para nunca apagar esa llama interior a la que llamo: espíritu rebelde.