martes, 24 de marzo de 2015

"Botitas de cristal"

¿Y si todo fuera un cuento de Hadas?

Por: Emy Miranda

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Foto: Luciendo "botitas de cristal", Sarkany.
ué tal si despertaras una típica y fría mañana de otoño, te asomaras al balcón de tu habitación, y vieras un hermoso paisaje medieval, donde las hadas, duendes y bellos caballeros conviven entre sí. Ahora bien (redoblo la apuesta): ¿Qué pasaría si abrieras las espejadas puertas de tu flamante vestidor y observaras un centenar de vestuarios coloridos, accesorios, cinturones, y unos mágicos zapatos de cristal? ¿Y qué mejor (triplico la apuesta) si el “príncipe de ojos azules” te sirviera el desayuno en su lujoso castillo? Probablemente, toda mujer o persona cuyo lado femenino se encuentre desarrollado, se quedaría en ese fantástico mundo sin titubear.

De chicos, es muy corriente que nuestros padres nos enseñen moralejas a través de narraciones fantásticas que alimentan nuestro espíritu y nos inspiran a definir nuestra personalidad y psique.

No obstante, cuando creces y vivís en una ciudad tan compleja e iracunda como Buenos Aires, difícilmente podes mantener la esperanza que, esa gran atmósfera de felicidad y magia tradicional de los cuentos de hadas, se haga realidad. Es común que algunos transeúntes de la ciudad viajen en los subtes porteños enojados e irritados. ¿Serán simples “pitufos gruñones” o cíclopes disfrazados?

Foto: En busca de neuvos outfits.
Es muy probable que a pocos les sorprenda, pero la historia que marcó mi infancia de forma rotunda fue: “La Cenicienta”. Una jovencita rubia que transformó su pena, en amabilidad y coraje, para enfrentar su dolor. Y como recompensa obtuvo unas zapatillas de cristal y un hombre que la amo de por vida. ¿Cuántos de nosotros enfrentamos diariamente a hermanastras malvadas y madrastras irritantes, representadas en un jefe, un mal compañero de trabajo, un retrogrado neonazi?

De pronto, mientras volvía de mi primer día de facultad, analice la situación. ¿Qué ser maquiavélico nos hizo creer que los cuentos de hadas son simples relatos inverosímiles? Si contemplamos los hechos empíricos allí están. ¡Al alcance de todos!


Foto: Junto al zapato de La Cenicienta.
 Tal vez, ninguna persona tenga o necesite un castillo de ensueño, pero si un casa donde regresar luego de un difícil día. Es decir, yo no tengo un departamento de mi propiedad (por el momento) pero si poseo un cálido hogar que siempre me espera. Quizá, no requiera de unos mágicos zapatos de cristal ya que me alcanza y me sobra con mis zapatos de Ricky Sarkany. Y si bien no atesoro un príncipe encantador, tengo algo mucho mejor: “mi chico de ojos café”.  Un joven que no es perfecto pero tiene todo lo que necesito para ser feliz. 

miércoles, 18 de marzo de 2015

¡Una Revolución de Moda!

“Najac”: ¡Bienvenido a mi vestidor!

Por: Emy Miranda

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Foto: En Dot junto a mis nuevos Sarkany´s.
n la vida, una persona enamorada sonríe a todos los transeúntes de la metrópoli, es decidida, confiada, alegre y sabe lo quiere. Mejor aún, una persona enamorada sabe el
egir el calzado perfecto, de la nueva temporada de invierno, que lo acompañará durante la fría estación.

Luego de una espléndida y larga relación con el “chico de ojos café”, aprendí que, si se trata del hombre correcto, los integrantes de la unión sentimental en cuestión pueden aprender, apoyarse mutuamente y madurar juntos.

En lo que a mí respecta, nuestro cálido noviazgo de tres años y medio, me enseñó (y lo sigue haciendo) que no importa cuánto cambies, si te encontrás felíz con tu “yo” interno, todo lo que te rodea será fantástico.

Consecuentemente, descubrí que maduré bastante en este largo período fashionista. Y qué mejor que acompañar el cambio interno con preciosos “objetos de deseo”, externos y muy visibles, que identifiquen esa hermosa sensación: zapatos. La debilidad de toda mujer o gay porteño. Y en mi caso, ya no deseaba las plataformas medias… ¡Ésta vez me elevaría por los cielos!

Aprovechando la inauguración de la flamante campaña “Sarkany Revolution”, en el local del shopping Dot, decidí ir de compras con mi amiga “Megu”. Una chica honesta que, al finalizar su antigua relación con un chico que no valía la pena, se ocupó de sí misma y comenzó a interesarse aún más por la moda.

Fieles a nuestros instintos de tendencia, nos dirigimos al remodelado local de Ricky Sarkany donde una vendedora muy amable y chic nos dio la bienvenida. El sitio brillaba en su totalidad, como si fuera la luz de una luna llena, en cuyo caso los zapatos eran las estrellas resplandecientes.

Foto: Botas "Najac", Ricky Sarkany.
De inmediato, comenzó la búsqueda por ese hermoso “zapato de cristal”. Ése que luciría en mis citas invernales con mi galán de ojos café y lo dejaría boquiabierto. Observé varios modelos muy refinados y elegantes, de cuero, de gamuza y diferentes texturas.

Veinte minutos después, me decidí por aquellos gemelos, tan llamativos como bellos, que captaron mi atención desde su estante. Los “Najac”, una maravillosa bota con flecos en caña que enloquecería a la misma Cenicienta. De gamuza marrón y de alta plataforma. ¡Ideales para combinarlos con las prendas de mi armario! Y mejor aún, con un veinticinco por ciento de descuento por pagar con mi tarjeta de crédito. ¿Se puede pedir algo más? 

Junto a mi amiga, nos despedimos de Sarkany y tomamos un delicioso café para ponernos al día con los sucesos más relevantes de la semana. De todas maneras, un día perfecto no puede desarrollarse sin la presencia de un gran amor y una amiga fiel.