viernes, 20 de junio de 2014

Amor y Moda: ¿A la distancia?

Amor y moda: ¿A la distancia?

Por: Emy Miranda

E
l amor, al igual que la moda, puede llevarnos a los rincones más insólitos y artísticos de Buenos Aires, como también a los límites de otro país. Resulta que el encuentro visual entre dos personas puede ocasionar ese mágico “flechazo” que, del mismo modo que observamos la indumentaria de una vidriera, nos enamora perdidamente. Y un fiel ejemplo de esta situación es mi amiga Rocío, una joven que no sólo impone su estilo en la ciudad donde vive sino que desea ir más allá de cualquier frontera, precisamente a Brasil.

Foto: Chaleco de jean y pantalón Americanino.
Su encuentro con el mágico “garoto” se dio a través de internet, como le suele pasar a varias personas del siglo XXI que hacen el primer contacto mediante una red social, y de inmediato sintieron esa cálida “química” entre ellos. Luego de tres meses de largas conversaciones, halagos y varias traducciones en google, ambos comenzaron a sentir una atracción mutua. Él, fiel al típico estilo brasilero, posee un cuerpo trabajado, una sonrisa radiante, algunas fragancias de Paco Rabanne, y varios outfits despojados de camisas. Ella, tiene la compradora e irresistible simpatía de una porteña de tendencia. Juntos, harían la pareja soñada. No obstante, a la hora de iniciar una relación ciertas e incómodas preguntas surgen.

 ¿Puede funcionar una relación que desarrolla a varios kilómetros de distancia? ¿O a caso tener un noviazgo en la misma ciudad sólo asegura la fidelidad mutua de sus integrantes? Cuando se trata de elegir al indicado es lógico que estas interrogantes surjan y nos quiten el sueño. No obstante, es necesario abrirse paso en ese largo camino, compuesto por temores e inseguridades, y dar un paso a adelante.

Mi caso es distinto al de mi amiga. Debido a que mi encuentro con el “chico de ojos café” fue en pleno corazón de capital Federal era casi evidente que nuestra relación no enfrentaría problemas geográficos. Sin embargo, si nuestros hogares se encontrarían separados por un centenar de millas ¿Nuestra relación se desarrollaría del mismo modo que en la actualidad?, ¿La distancia nos habría separado?  O, por el contrario: ¿Estar separados nos fortalecería aún más?

Quizá responder estas preguntas sea en vano ya que las conclusiones sería meras hipótesis que no podría verificar. Ahora bien, de algo estoy seguro; el amor pese a las dificultades, distancias y obstáculos que puedan presentarse a lo largo de una relación, siempre triunfa por sobre todas las cosas si éste es verdadero y sincero. Y es por ese motivo es que vale la pena intentarlo.

Mientras pensamos que día vamos a ir de shopping para adquirir hermosos zapatos y elegante indumentaria, mi amiga Rocío pone fecha para conocer al príncipe brasileño que viajará pronto a conocerla y pondría fin a su larga soltería producto de malas relaciones.


Y así, una vez más, la maravillosa atmósfera de amor, que envuelve a la mítica ciudad de Buenos Aires, capital latinoamericana de la moda, suma una persona más que apuesta al romanticismo sin temor a equivocarse. 

viernes, 13 de junio de 2014

Buscando el outfit correcto

Cumpleaños de tendencia

Por: Emy Miranda

H
ay ocasiones donde vestirse bien es fundamental. Una de ellas consiste en el cumpleaños de tu novio. Aquel cálido evento formal, donde su familia te da la aprobación, convirtiéndote en un miembro más, o por el contrario, te rechaza con una mirada fructífera.

Foto: Con tapado Nevada, Complot.
Luego de dos aniversarios y varios percances, la semana pasada, uno de los días más importantes en nuestra relación amorosa llegó: mi “chico de ojos café” me presentaría a su honorable “clan” en su cumpleaños número 21.  

Esta situación tan especial me presentaba un gran desafío. No sólo tenía que pensar en el obsequio perfecto para mi pareja sino también en el outfit correcto que llevaría a su fiesta con el objetivo de deslumbrar y ser visto de forma agradable.

No obstante, mientras realizaba una hoja de ruta mental, en la que se dibujaban las posibles tiendas de ropa a las que debía acudir para lograr un look formal, me pregunté: ¿Por qué debería modificar mi estilo, al que siempre fui fiel, sólo para esta ocasión?, ¿Hasta qué punto debemos simular ser alguien que no somos para encajar en un espacio determinado? De todas formas, no se trataba de una entrevista laboral sino de una esperada celebración familiar.

A mi parecer, considero que lo fundamental es ser leal a los criterios y gustos personales de uno mismo. Por dicho motivo, revisé mi armario, que estaba abarrotado de nuevas prendas y relucientes zapatos, de principio a fin. Lamentablemente, no encontraba el outfit ideal, nada me convencía. Una vez más, me encontraba en medio de ese frecuente dilema de tener un clóset lleno y no saber que ponerme. ¡El destino me ponía a prueba una vez más!

Ahora bien, respiré hondo, dejé atrás el masivo desorden de mi habitación, tomé mi sobre de Tropea  -donde puse mis tarjetas de crédito- y un tapado, para protegerme del frío de la ciudad, y me dirigí al shopping Unicenter: el santuario de la moda.

Cuando llegué, no sé si fue la masiva aglomeración de gente –era un típico sábado comercial-, o tal vez la desesperación del momento, pero no lograba encontrar nada acorde a mi estilo.

Sin embargo, cuando recobré la cordura, supe que tienda no me fallaría: Complot. Ahí, en ese local con aroma a vainilla e indumentaria de ensueño, hallé a “Fred”. De color rosa, con una deliciosa fragancia floral y un fino hilado combinado con suaves pelos, que me enamoró a primera vista. Este sweater, perteneciente a la reciente campaña otoño-invierno, de la rockera etiqueta se convirtió en la pieza fundamental de mi “rompecabezas” y puso fin a mi búsqueda.

Cabe destacar que tampoco pude resistirme al “collar Afrika”, de color plateado y diseño triangular, al que adquirí para combinar mi flamante prenda.


 Me despedí de la tienda con una gran bolsa de cartón llena de indumentaria, algunas tarjetas de crédito sobrecargadas, y el ferviente anhelo de sorprender a la familia de “mi chico de ojos café” con mi fantástico estilo personal, al cual nunca abandonaré.

martes, 3 de junio de 2014

Momento de sweaters

¡A conquistar el otoño!

Por: Emy Miranda

E
l otoño es una de mis estaciones favoritas. En ella surgen los románticos amores que marcan la vida de una persona, mientras que el follaje y la ciudad se fusionan para crear un hermoso paisaje digno de una postal. Y como si fuera poco –tal vez el motivo principal de mi predilección-, esta época del año da inicio a la hermosa indumentaria invernal. No obstante, debido al clima frío y al cielo nublado de Buenos Aires, los porteños buscan calentarse de diferentes maneras.


Foto: Compras en Falabella.
Algunos se pegan a la calefacción que brinda un hogar, otros disfrutan del ferviente calor corporal que aporta el abrazo de un novio, y otros eligen ir de compras para adquirir nuevos y hermosos
sweaters. Por mi parte, convino las tres opciones para mantener mi temperatura corporal a flor de piel durante toda la temporada.

Por este motivo, y con guantes de cuero negro en mis manos, una pañoleta y un abrigado tapado de piel sintética, fui de compras con el objetivo de renovar el “cajón de los sweater”. Ese rincón del armario donde guardamos pullovers y accesorios netamente invernales.

Al llegar a Falabella, destino elegido por la diversidad de etiquetas e indumentaria, me sorprendieron diferentes texturas, colores y diseños que me impulsaron a  llevarme todo lo que encontré a mi paso. Alguno de los sweaters que hallé fueron: el “Tiger”, un abrigo de Basement, en hilado y pelos que, fiel a su nombre, simula la piel y textura de ese respetado animal. Ideal para lucir radiante, estrenar en una cita romántica y sorprender a tu pareja. También hallé un hermoso pullover con estilo geométrico, blanco y negro, que no dudé en probármelo, frente a un inmenso espejo, para luego convertirlo en una pieza más de mi armario.

Foto: Abrigo de Sharden, Falabella.
Ahora bien, algunos se preguntaran: “¿Por qué la importancia por la ropa?”. La indumentaria es bien conocida como nuestra segunda piel. Y al igual que nuestro tejido biológico es muy importante cuidar nuestra imagen externa. Ser fiel a nuestro estilo y combinar diferentes accesorios para lograr que nuestra “segunda piel” sea sorprendente.

Algunos lo logran, otros aún están buscando su identidad y las prendas que les sientan mejor, mientras que otros sólo siguen la tendencia de las vidrieras, al mejor estilo copista, siendo una mera imitación de los maniquís y perdiendo la oportunidad de formar su personalidad fashionista.


Lo cierto, es que fueron varias las prendas que me conquistaron y extenso el tiempo que me tomé para elegir aquellas que si merecían un lugar en mi clóset y así también, no sobrecargar mis tarjetas de crédito. Sin embargo, fue una jornada satisfactoria ya que obtuve las herramientas necesarias para enfrentar el otoño con fantásticos otufits, sin descartar otro de los métodos más efectivos para combatir el frío: el cálido e infaltable abrazo de mi “chico de ojos café”.