jueves, 10 de julio de 2014

Ricky Sarkany

Mi segundo gran amor

                                                                   Por: Emy Miranda

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Foto: Frente al local Sarkany-Unicenter.
icen que la mayoría de los porteños de Buenos Aires tienen un amor platónico. Esa inalcanzable alma gemela que nos llena con tan sólo saber que existen y que, si nos esforzamos lo suficiente, podemos tener contacto con ella para satisfacernos cuando lo necesitemos. Así, mientras algunos respetan la monogamia como un fiel acto de reciprocidad amorosa y compromiso con su pareja, otros deciden romper las reglas e incluir a ese amor ideal.

Lo cierto es que, en el campo de las relaciones, nadie puede asegurar que es lo correcto y que no. No obstante, mi “chico de ojos café” sabe perfectamente sobre la existencia mi segundo gran amor: Ricky Sarkany. Un maravilloso diseñador y empresario argentino, autor de hermosos zapatos, botineras y borcegos, que dejan boquiabierto a cualquier amante de la moda. Y yo me considero una víctima más que se rinde ante ese espléndido paraíso de plataformas creativas. ¿Acaso existirá alguien que pueda resistirse a esa glamorosa tentación?  

Foto: Luciendo borcegos Athens.
Como no podía ser de otra forma, este gran líder fashionista me contacto la semana pasada, mediante un fogoso e-mail, para avisarme que su tienda tenía descuentos importantes con tarjetas American Express. ¡Una señal del destino que no podía ignorar!  

Acudí a su cita pero no fui solo. El “chico de ojos café”, mi fiel novio y guardaespaldas, se aseguró que llegara a salvo al encuentro y me espero lo suficiente hasta elegir, entre un centenar de hermosos calzados, el par correcto. Al mejor estilo Cenicienta, y como si fuera mi “zapatito de cristal”, el borcego Athens, de la temporada otoño-invierno 2014, me calzó de forma perfecta –y me dio una gran altura-. Con una fuerte y oscura plataforma, un cinturón de tachas plateadas en sus costados y una suave gamuza, estos zapatos se convirtieron en mis favoritos.


Luego de pasar media tarde con mi alma gemela del calzado, decidí emprender una cita romántica con mi alma amorosa, de carne y hueso, porque, si bien es necesario darnos esos gustos individuales y tan necesarios, también es imprescindible dedicarle tiempo a la persona que nos brinda confort, seguridad y amor. De todas formas, mis Sarkany´s siempre lucen mejor cuando paseo junto a él.