Locura Prüne

“Locura Prüne”

Por: Emy Miranda

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Foto: Tapado: Tucci, Collar: Issadora, Zapatos: Prüne.

xisten ciertas “locuras” que, pese a lo que la psicología freudiana detalle en sus teorías, no son necesariamente malas. Está claro que sin éllas, nuestras vidas serían monótonas y aburridas. Y es que a veces necesitamos “dejarnos llevar” por el momento, una “chispa”, romper las cadenas de la rutina y dejar de pensar tanto. Después de todo, sólo se trata de vivir…

La semana pasada mi “yo” interno elevó mi estado mental por los cielos

y me incito a cometer una “locura fashionista”. El escenario ideal para cometer tal crimen fue el mítico shopping Unicenter, destacado por su larga extensión edilicia y sus infinitas etiquetas. Si no encontrás lo que buscas allí es probable que ¡no exista!

Y en ese fántastico “nirvana” de marcas, accesorios, bolsos e indumentaria encontré lo que buscaba en la tierra prometida de Prüne. ¿Les mencioné que es uno de mis lugares preferidos de la ciudad? Siempre huele bien, se ve radiante y todo lo exhibe es hermoso.

Con la excelente atención de una amable y paciente vendedora, encontré lo que buscaba: un hermoso par de botas, de piel negra, taco y plataforma. ¡No pude resistirme! Y luego de probármelos, hallé una hermosa cartera de cuero dorado, con flecos en sus laterales, que se convirtió en la pareja ideal de mis nuevos zapatos.

Foto: Relax, luego de un día de compras.

Sin duda, esos objetos de deseo enloquecerían a cualquier fashionista. Así, mi locura se desató y me incentivó a concretar mi compra. ¿El resultado? Felicidad absoluta y, en consecuencia, un golpe a mis tarjetas de créditos, recargadas por compras pasadas, muy necesarias.

No obstante, la mejor parte de adquirir indumentaria y accesorios nuevos consiste, sin duda alguna, en estrenarlos. ¿Cómo? Mi escenario preferido es una cita romántica con tu novio. Sorprenderlo, reinventarse, quererse a uno mismo, mimarnos, son algunos de los motivos al momento de renovar mi guardarropa.

          De esta forma, una vez más, Prüne, etiqueta de excelente calidad y delicados diseños, logró cautivarme y satisfacer mi instante de demencia. La gran interrogante es: ¿Cuál será la siguiente en lograrlo?

"Prince Charming"

El príncipe azul del siglo XXI

Por: Emy Miranda

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Foto; Esperando al "chico de ojos café" en Dot.

oda persona que disfrutó su infancia, recuerda los cuentos mágicos y sobrenaturales que sus padres les contaron de niños, al momento de dormir. Mejor aún, todas las chicas y gays de la ciudad, recuerdan esos hermosos relatos donde un caballero rescata a la princesa del dragón para vivir por siempre felices en un hermoso palacio. Ahora bien, es normal preguntarse, al crecer y luego de varios fracasos amorosos y diferentes experiencias cotidianas: ¿Qué tan factible es encontrar a ese socorrista encantador? ¿En verdad existe?

Mi respuesta es afirmativa. Lo encontré hace casi cuatro años. Es fenomenal, apasionado y hermoso. No obstante, no se dejen engañar por los viejos relatos. El príncipe azul ya no viene en caballo, con un peinado retro o un gran jopo, ni con fijador en el cabello. Ni siquiera viste de azul. En la actualidad, el mítico caballero, que tiene como objetivo hacer feliz a cualquier diva fashionista, tiene un look más chic.

Las camisas holgadas y las hombreras fueron reemplazadas por elegantes camisas entalladas de Desigual, Vete al Diablo o Tascani. Los pantalones lisos y anchos ya pasaron a otro plano. Ahora, los chupines varoniles, que por cierto, nos dejan apreciar lindos detalles a la vista producto de sus dotes físicos, son protagonistas en sus outfit.

Foto: Zapatos de ensueño de Sarkany.

Y es que el príncipe azul, ahora, se preocupa más por su imagen y eso ¡nos encanta! Con su perfume de Yves Saint Laurent, mi “chico de ojos café” me cautiva en cada cita. Ya sea con sus zapatos de Oggi, de Casella Uomo o con sus borsegos de Ricky Sarkany, siempre está elegante y atractivo.

Es por eso que las “Divas” y princesas debemos esforzarnos más en los encuentros románticos. Ya no basta con una simple hora para preparar todas nuestras prendas y accesorios, sino que necesitamos tres para probarnos cuatro, o quizá cinco veces, las posibles combinaciones de nuestros outfits.

Otro aspecto a destacar, es que nuestro galán encantador del nuevo milenio ya no se preocupa por traernos bombones empalagosos o un ramo de flores. Es consciente que el chocolate en exceso nos deforma la figura que tanto cuidamos, como también sabe que una planta natural tiene poca esperanza de vida en nuestros hogares.

No obstante, el romanticismo nunca deja de existir debido a que éste es parte de él. Por eso, el “chico de ojos café” deja los clichés de lado y opta por comprarme mis zapatos preferidos de Ricky Sarkany. Sin importar cuantos kilómetros deba recorrer en su larga travesía o cuantos cíclopes vencer, mi caballero de armadura siempre sabe lo que quiero.

Foto: Regalo de amor.

Por dicho motivo, no me sorprendió que recorriera más de tres sucursales y viajara desde el shopping Unicenter hasta el Abasto, para adquirir el maravilloso par de botas “Najac”, pero esta vez en color negro, que tanto deseaba. ¡Y es que cuando a una Diva le gusta mucho un modelo de zapato debe tenerlo en todas sus variantes y colores!

Entonces: ¿Quién necesita una caja de bombones cuando se puede tener un elegante objeto de deseo? Es un hecho, los príncipes de los cuentos de hadas existen. Sólo que evolucionaron y para bien. Por dicho motivo, cuando encuentren uno, no lo dejen ir. Ámenlo y valoren cada cita con él. De todas formas, mi esplendor fashionista sólo cobra sentido cuando estoy con mi “chico de ojos café”.