jueves, 2 de octubre de 2014

Un rayo de luz en la oscuridad

Un rayo de luz en la oscuridad

Por: Emy Miranda

C
on frecuencia, se dice que la primavera es la estación del amor. Florecen nuevas relaciones, se desarrollan todo tipo de citas románticas y ciertos sitios de la ciudad se convierten en el lugar ideal para iniciar un encuentro pasional entre dos personas, debido a la colorida vegetación que llega a su máximo esplendor, por el radiante sol y las optimas condiciones climáticas.

Sin embargo, existen días en los que puedo observar a algunos porteños de Buenos Aires que parecen estar afectados por un iracundo malestar anímico, producto de la regocijante atmósfera que los rodea ¿O será un desconocido tipo de alegría, consecuente del polen de ciertas flores, que sólo afecta a algunos personajes de la metrópoli?

Por ejemplo, la semana pasada, mientras viajaba en subte y evitaba golpear a los pasajeros con mis bolsas de Complot, observé a una chica leer un libro que llamó mi atención de inmediato, con tan sólo identificar su título: “De la depresión al suicidio melancólico”. Allí, rodeado de una muchedumbre de gente y el desagradable olor de la estación subterránea, comencé a pensar en eso pequeños  y extenuantes obstáculos que nos suceden en la vida cotidiana. En otras palabras, no puede evitar cuestionarme: ¿Qué le sucedió a esa joven y qué la llevó a interiorizarse con esos términos tan complicados? ¿Cuántos de nosotros/as fuimos afectados por un triángulo amoroso, un engaño, una mentira o una verdad demasiado dura e inesperada que nos ocasionó un desequilibrio emocional y nos conduzco hasta el mismísimo fondo de nuestra alma?

Foto: Remera: Complot - Zapatos: Sarkany.
Ahora bien, si algo nos enseñaron desde temprana edad, a través de los cuentos infantiles, es que existen esas “pequeñas hadas madrinas”, camufladas en nuestro círculo social, que aparecen cuando más las necesitamos y nos llenan de alegría. Mayoritariamente, son representadas por amigas, familiares, ex novios… ¿Por qué no? Todos ellos combinados con la dama sanadora y nodriza de almas: ¡la Moda!


Debo confesar que, en mi experiencia personal, luego de mi primer rompimiento con el joven al cual consideraba ser mi “príncipe azul”, uno de los momentos más placenteros fue ir de compras con mis amigas y olvidar toda la angustia vivida. A mi parecer, no existe un remedio más útil y positivo, que renovar el guardarropa y tomar un delicioso trago frutal, rodeado de cálidas personas. Una actividad relajante que se puede realizar en cualquier momento y estación del año. 

2 comentarios:

  1. Me encantó la columna Emi! Y las fotos! Saliste divino! Todo un modelo =)

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  2. Holis Pil!! Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado! :) Espero que en la próxima producción de fotos estés! jaja Besitos! ♥

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