miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mi debut en la moda

¡Sacá el modelo interno que hay en vos!

Por: Emy Miranda

T
Foto: Tercer outfit de pasarela.
al y como adelante en la columna anterior, el sábado pasado debuté en la pasarela de la prestigiosa EAModa (Escuela Argentina de Moda). No obstante, debo reconocer que no fue fácil encarar la situación. En todo momento, tuve el presentimiento que ponerme en los zapatos de un modelo profesional no sería nada fácil…

A poco tiempo del gran día, y sin poder conciliar el sueño, me puse a pensar ¿Qué significa ser un modelo? ¿Se trata de representar el ideal de una persona o ser sólo un instrumento carnal para lucir hermosas prendas de ropa? Y cuando llegara el momento de abrirme paso a través del majestuoso show de flases y caminara por la extensa plataforma de alfombra gris… ¿Las personas me admirarían o, como suele suceder cuando miramos una revista de moda, buscarían mis defectos físicos? ¡Era todo un desafío!

Lejos de considerarme un joven estéticamente perfecto, decidí cargar esa enorme presión en mis hombros con todo el glamur posible. No soy la clase de chico que se rinde ante las diferentes adversidades de la vida y tenía en mente que abandonar la pasarela, no era una opción.

Foto: Junto a Cecilia Cánepa, modelo y profesora de EAModa
Llegado el día y, luego de haber pasado por starbucks para adquirir una dosis de cafeína que me mantuviera despierto por no haber dormido la noche anterior, me presenté al backstage, listo para que iniciara la “operación belleza”. Es decir, un placentero ritual, previo a la exposición pública, donde quedamos en manos de un excelente grupo de profesionales (estilistas, peinadores y maquilladores) que transforman nuestra apariencia y nos dejan espléndidos. En pocas palabras me sentía como La Cenicienta: bendecido por una mágica hada madrina.

Al finalizar todos los preparativos, las luces se apagaron y sólo unos cuantos focos de luz iluminaban el inmenso escenario. La inerte pero fogosa pasarela me esperaba ansiosa. Con una plenitud total y gran seguridad, tomé mi lugar en la fila.  

Foto: Junto a Axel Neri, modelo y profesor.
En un abrir y cerrar de ojos, llegó mí esperado turno: debía salir y dar ese difícil primer paso. Y así lo hice, en cuanto pisé la pasarela me dejé llevar por la euforia del momento. No sé si era la agradable música, o la inmensa cantidad de fotógrafos en el estudio, o la seguridad que mis familiares, y mi novio, estaban viéndome, pero nunca me sentí tan importante en mi vida.

Luego de tres cambios de ropa, algunos retoques de maquillaje y ajustes en el peinado, el desfilé finalizó con gran éxito. En otras palabras, crucé un inmenso aro de fuego y obtuve mi gratificante recompensa.


Ahora, cada vez que me acuesto a dormir, me detengo cinco minutos a observar mi flamante “trofeo”: un diploma, colgado sobre la pared,  que festeja el logro de mi modelo interno. 

2 comentarios:

  1. Hola Emy!...que lindo!!! estas hermoso,habrás disfrutado a pleno el desfile y ahora tenes tu "trofeo",che esos son los zapatos que te compraste y subiste fotos unas columnas atrás?,por que si son esos te quedaron DIVINOS...me gustaría ver mas fotos del desfile ♥ ...bueno,en fin,hermosa columna y FELICIDADES por alcanzar una meta n.n ♥ nos leemos el próximo miércoles...Besitos♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sofí! Muchas gracias por tu buena onda! Y, sí! Los zapatos que tengo puestos en la foto (y los que use para el desfile) son los de la columna anterior (que atenta!). Prometo buscar más fotos del desfile y subirlas, ya que fue una experiencia muy linda =)
      Felíz Navidad y hasta el miércoles que viene!

      Eliminar